jueves, junio 14, 2007

Sin puntería

Le tiré muy fuerte


Le tiré muy fuerte a ver si te quitaba de enfrente.
Pero estabas jugando frontenis.

La traes

- No, la traes tú.
- Mm, mejor juguemos a los encantados.

martes, junio 12, 2007

De secs choping

Hoy me levanté con ganas de sacar los trapitos al sol a alguien y por más que quise sólo recordé esta secs aventura que ocurrió hace casi un año. ja.

Un viernes de trabajo y poca lana quería ir a GDL a ver a Martha, busqué quién me diera aventón desde Autlán para ahorrarme 150 pesos que costaba el camión y lo encontré con el tío de un amigo, un tipo bastante excéntrico aunque muy buena persona que vive en Barra de Navidad (envidia) y se dedica a comprar y vender chácharas: ropa, perfumes, tenis, gorras, todo lo imaginable. Se surte en Guadalajara y va cada tres semanas.

Ese día nos fuimos como a las tres, calculé que como cinco y media o seis podría ver a Martha en el periférico, para arreglar unos asuntos que teníamos en el ITESO. Pero no fue posible.

En el camino hablé con el tío de mi compa de política, de mujeres, de Barra de Navidad, de las babosadas de mi compa, ja. Y del negocio del tío. Como cuarenta minutos antes de GDL me preguntó: "tú no sabes dónde hay una tienda sex chop?" y le dije que en algún momento había visto una por Federalismo.

Me pidió que le dijera donde estaba y le mandé un mensaje a Martha que mejor nos veíamos en el centro, Martha ya estaba en el peri y se enojó por el cambio.

Me contó la historia de porqué quería ir a una sex shop, resulta que un sujeto de la playa tenía una novia insatisfecha porque la pistolita ya no funcionaba y quería una de plástico. "Entonces quiero comprar un pito ¿ahí venden no?"

El camino se retrasó, no encontramos la Sex Shop y como a las seis y media Martha me mandaba mensajes que no disimulaban su enfado. Y yo buscando pitos con un tipo con el pelo pintado de amarillo. Por fin encontramos una sex shop después de mucho preguntar por Hidalgo, claro que no me bajé del coche, quedamos mal estacionados y puse como justificante quedarme a moverlo por si a alguien le estorbaba. Al rato llegó muy sonriente con una caja negra.

Compró dos y sólo le habían encargado uno. Le costaron 120 y los vendería en 300. Comprar pitos es un buen negocio.

Encontré a Martha en el centro casi a las siete y media. Se molestó más cuando le conté la historia. Pero se remedió la situación un poco cuando le dije: "sabes que si te quisiera contar una mentira, no sería tan mala" y ya nos reímos un rato.

domingo, junio 10, 2007

Me dijeron que no enseñara estas fotos








No se porqué, si a mi me gustan.