jueves, diciembre 31, 2009

Conversación interesante

- Güey, ¿Haz fumado mota?
- Nel. He fumado en moto. ¿Vale?
- No. Pos no.

miércoles, diciembre 30, 2009

Pronósticos 2010

Anoche tuve un sueño revelador. Soñé lo que pasaría en el 2010. Van mis predicciones.

1.- Ornelas y Juan se van a casar en abril, no hay duda.
2.- Veo un marzo divertido, en Vallarta.
3.- El Conde hará berrinche por no estar en los carteles del Carnaval de Autlán.
4.- El Licenciado Pandilla será la mano que mece la cuna universitaria, y no habrá nada más qué decir.
5.- Molgado practicará y practicará más besos de boda con su novia, sólo eso.
6.- El Atlas no será campeón.
7.- Vamos a jugar el mundial con el rosario en la mano. Márquez la va a cagar.
8.- Fabalv se enamorará dos veces; una de ellas de alguna que esté en sus últimas visitas al pediatra.
9.- El Chilango se pondrá exactamente 45 borracheras.
10.- Regresaré al fútbol. Don Pepe temblará de miedo por eso.
11.- Osita me va a regalar más souvenirs de los Panamericanos.
12.- La Lola intentará dejar de fumar.
13.- Arrambides volverá a ser gordo. Por esa distracción Rocha le ganará un duelo de albur.
14.- Dr. House le dará unos besos a la trece.
15.- Saldrá otro video porno de Galilea.
16.- Aprenderé a tocar "La ciudad de la Furia" y "té para tres" en la Guitarra.
17.- El Atlas no será campeón.
18.- En mayo hará mucho calor en GDL y Emilio dirá que es un castigo divino por las Bodas Gay del DF.
19.- Un par de guardaespaldas viajarán al DF para casarse, oh sí!
20.- Vergara seguirá haciendo chingaderas.
21.- Cuando menos la mitad de mis predicciones, se van a cumplir, van a ver.

martes, diciembre 29, 2009

El Wiski es mexicano.

Tengo una teoría nueva.

El wiski es una bebida con raíces en el Estado de México, concretamente de Huixquilucan. De ahí su nombre.

Pero los de la Gran Bretaña jugaron un volado con los españoles en la época de la conquista. Los hispanos exportaron el café y los ingleses se llevaron la fórmula mágica para fabricar el Wiskie, (porque no sabían pronunciar como los mexicanos esa bebida que hacían en Güisquilucan- Huixquilucan).

Walter Raleigh, supo de inmediato que el tabaco que llevó a la reina y el wiskie eran una buena combinación y por eso negoció con las huestes de Cortés los derechos de propiedad industrial y fue el único trato de caballeros que respetaron esos dos, de no hacerlo nunca público.

Por eso nunca lo hemos leído en ningún libro de historia, ni en Wikipedia. Pero la fonética de las palabras no miente, nunca, nunca.

domingo, diciembre 27, 2009

EL mejor nombre

Si no tuviera tanta güeva y fuera un poco más presumido tendría que contarles lo bien que me la pasé en mi cuasi semana de receso vacacional. Pero como tengo harta güeva y ustedes no están pa saber todo cuánto hice, me reporto, fiel a mi lista de propósitos de año y también para hablar de algo que valga la pena.

Les platicaré por lo pronto que uno de los días de vacación fui a ver jugar fútbol al equipo pirata de los Burros Salvajes, que Molgado ha promovido en su colonia con sus secuaces. Quieren cambiar de nombre porque dicen que ese tiene mala vibra, yo quiero que lo cambien porque Burros Salvajes sólo hay unos. Así que les propongo una lista de nombres de equipos de fútbol que se me han hecho chidos.

1.- Los amantes de tu hermana.
2.- Soba testa.
3.- Real Bañil (Clásico, de clásicos)
4.- Power Point.
5.- Yo y otros diez.
6.- La cobija de los pobres.
7.- Las Panteras Rosas (Equipo Gay, de la colonia Ejidal, es verídico)

Pensándolo bien sí les voy a platicar algunas cosas de mis vacaciones, pero después, hoy ya tengo que trabajar. Ahí se ven.

viernes, diciembre 18, 2009

Vacaciones

No sé si merecidas, pero sí muy necesarios.

Feliz navidad a toda la banda. Estaré algunos días fuera de circulación.

Oficialmente y tentativamente regreso a las andadas el sábado 26 de diciembre. En la transmisión por Radio Costa de la corrida en Lagunillas, Jalisco. Ahora compartiendo micrófono (no sean albureros, canijos) con El Joven Murrieta.

Bueno, pues no coman muchos tamales, porque luego uno tiene pesadillas.

¡Feliz navidad!

martes, diciembre 15, 2009

Autoretrato

Cuando sea grande quiero ser como Guffo, o como Kabeza, como Jis y Trino.

Mientras siga siendo un mocoso, como hasta ahora, miren mi autoretrato en versión monera.




La técnica es marcador de aceite sobre vaso de ponche navideño.

domingo, diciembre 13, 2009

Sería un buen negocio

En la posada del sábado a Martha y a mí nos tocó llevar las piñatas.

Hey gente capitalista y emprendedora!!: pongan una tienda que venda palos para quebrar piñatas, serían los únicos que venderían el producto y seguro lograrían un monopolio más cabrón que el de Slim.

Neta. Haganme caso y serán millonarios y cuando pongan su tienda de palos pa quebrar piñatas. Ustedes avísen.

Nota extra: A todo aquél gañán o gañana que quiera colgarse del mío -post- para alburear, sepan desde ahora que soy el chico temido del barrio, del mismo barrio donde vive Doña Rosa, la que vende mangos, así que aguas.

viernes, diciembre 11, 2009

Lean aquí y aprendan cómo funciona un disco duro

Soy un inútil usuario de computadoras. Pico botones y las compus hacen lo que quiero (normalmente escribir letras, guardarlas, hacer más chicas algunas fotos, no más), pero no tengo la más remota idea de cómo ocurre lo que ocurre.

Afortunadamente tengo un compa que es computito. Fabián sí entiende porqué pasa lo que pasa en las computadoras. Debo agradecerle que hace esfuerzos grandes por explicarme en lenguajes que yo entiendo.

Ayer, sin más, estábamos transfiriendo un archivo muy grande en una computadora y la ventanita que sale y que muestra el proceso decía de repente: "Faltan 18 minutos" y más al ratito: "Faltan 19 minutos" y yo pensé que el tiempo corría al revés y que en lugar de avanzar íbamos de retraso.

Luego Fabián me explicó algo así como que la taza de transferencia era una aproximación estadística calculada por no se qué algoritmo. Puse cara de que entendí y que sabía de qué hablaba, pero además de computito es inteligente y me dijo:

"Mira güey. Un disco duro es como una caja con muchas cajitas. Y tú la debes de llenar con un chingo de canicas. Entonces lo que haces es buscar cajitas vacías. Si se encuentra muchas seguidas vacías, la taza de transferencia es más rápida y se tarda menos. Si no encuentra cajitas vacías, entonces las canicas le sufren más y te dice que se va a tardar más".

Cuando tenga un hijo y le deba explicar el funcionamiento de los discos duros. Usaré la misma metáfora.

jueves, diciembre 10, 2009

Platos de ayer. Platos de hoy.

Tuve uno de mis primeros trabajos a los siete años.

Mis actividades consistían en llevar comida a mis tíos y trabajadores que sembraban maíz y calabazas en un potrero de mi abuelo. A las diez de la mañana llegaban las costalillas a casa de mi abuela, yo las subía a un burro y encaminaba al animal al potrero. La gente comía y platicaba. No sabía de teoría sociales y esos momentos me parecían una fiesta. Así que un día yo quise aguardar mi almuerzo para comer con todos ellos.

Así que preparé mi costalilla con tortillas, frijolitos, quesito, y no encontré un plato de plástico. Así que agarré uno de la cocina de mi mamá, de vidrio, bonito.

"¡No te lleves ese plato, Carlos, lo vas a quebrar!", es mi madre quien me advierte cuando se da cuenta que me llevaré ese plato. No mutú su ánimo cuando prometí cuidarlo.

Ese almuerzo fue efectivamente una fiesta. Me platicaron del maíz. Hablaron de fútbol. De sus novias y yo escuchaba y aprendía y en el fondo, quería en algún momento hacer lo mismo. Imaginé que no había una vida más perfecta que esa.

Cuando el descanso terminó yo metí todas mis cosas en la costalilla. No había avanzado ni treinta metros cuando escuché que algo se quebró. Morí de miedo.

El plato estaba insolentemente roto y yo espantado. Aún así respiré y rápido armé tres opciones:

1.- Ocultar las evidencias del crimen, mentir sobre lo ocurrido. Fingir demencia.
2.- Recurrir a mi abuela, que me diera un plato igual de los que ella tenía muchos.
3.- Pegar el plato con kola loca.

Descarté la primera opción porque era (soy) malísimo pa decir mentiras premeditadamente. Además mi madre era (es) una imitación de agenda de la CIA. Seguro me descubriría. Mi abuela seguro me ayudaría, pero también seguro le contaría a mi mamá, así que adiós. Opté por la tercera opción.

Armé los cuatro pedazos del plato. Les puse Kola loca. Esperé paciente a que se pegara y eso nunca ocurrió. En su lugar hubo plasta amorfa de vidrio frágil que puse con cuidado junto a los demás.

Mi mamá se dió cuenta y su regaño fue por básicamente dos razones: la primera por no hacerle caso a sus advertencias: "Si te digo que va a pasar, es porque va a pasar" sentenció divina. La segunda razón fue por tratar de verle la cara de mensa.

Algo se rompió ese día. No hablo del plato. Algo en mi destino. Que con frecuencia me ha pasado que apenas pienso "Imaginé que no había una vida más perfecta que esa". Luego se quebra un plato. Como el que tengo en mis manos. No sé si ya se rompió. No sé cómo evitar que se rompa. No sé si es tan trágico que pase. Pero me siento igual que esa mañana.

El plato, no volverá a ser nunca igual.



Snif.

miércoles, diciembre 09, 2009

Historia

Son la cinco de la tarde. Ya terminé de escribir y de grabar algunas notas para el noticiero de mañana. Tendría que ir a cubrir la sesión de Ayuntamiento pero me avisan que iniciará hasta dentro de una hora. Técnicamente tengo una hora libre.

Y me puse a leer y a revisar algunas cosas y de repente me dieron ganas de volver aquí y escribir, porque leía algunos post y me di cuenta que mi vecina adolescente ya ha tenido como tres novios que, afortunadamente para mí, no le llevan serenata con narcocorridos. Que han pasado por lo menos doce cosas que cuando pasaron dije: "esto estaría chido ponerlo en el blog", pero que por holgazán, nada más no lo he hecho. De repente como que escribir aquí dejó de ser divertido.

Pero hoy me dieron ganas de venir y no prometo hacerlo ya a partir de ahora, ni hacerlo con frecuencia, pero hoy contaré una de esas historias, hoy ficción, que se quedaron en el tintero.

El jabón

En las manos del hombre aún quedan remansos de paz. Cuando el corazón se acelera, pone las puntas de los dedos en la naríz y aspira, al principio bastaba un suspiro suave. Hacía un par de horas que para reconocer el olor a mujer había que sorber fuerte, como aspirando una raya de coca.

El hombre mete la cabeza en la almohada. Las sienes casi le estallan. Cuando siente no poder más, camina hacia el baño y en el metro y medio que hay al lavabo, parece caminar como por la viga de un edificio en construcción en el piso catorce. El suelo se aleja. El suelo regresa. Vomita.

Las manos del hombre están frente a los ojos. Dentro de los ojos se dibuja la imagen de la mujer. La piel morena con pecas en el pecho, en el cuello y en los senos. Las mejillas con el rubor de los golpes. Los ojos inflamados por las lágrimas, un verde claro rodeado de rojo. Más al sur está un vientre plano, que se infla y desinfla con la respiración. Y unas caderas que huyen como peces en el agua.

La cabeza del hombre está bajo el chorro de la regadera. Sus pies están fríos. Sus dedos recorren los brazos que la mejor arañó. En los oídos está el agua de la regadera, los automóviles en la calle. El radio que anuncia ofertas de las compras navideñas. Y los gritos de la mujer.

Las manos del hombre abrazan la espalda de la mujer. Las piernas obligan a las piernas a no cerrarse. La barba besa los labios y los raspa. El aliento muerde. Los dientes no ofrecen tregua. El pelo es la toalla para secar el sudor. La saliva. La sangre. Y bajo las uñas queda el olor.

El jabón no se lleva el olor del hombre. El jabón no conserva el aroma de la mujer. La espuma no cura las heridas. La espuma no pega los pedazos de corazón. El jabón vuela y cae a los pies del hombre. En los ojos se mezclan la barra azul y la piel moteada. El pie frío da un paso en falso. La imagen se rompe en diez mil pedazos, junto con la cabeza.

Nueva sangre. Nuevo olor. No hay jabón que lo disfrace.

martes, marzo 17, 2009

Un tipo enamorado

Frente a mi casa vive una señorita que tuvo un hijo de un tipo igual de adolescente que ella. Contrario a muchas historias estos dos amenos personajes no fueron obligados a casarse, o quién sabe qué pasaría. El caso es que no viven juntos, para el pesar del enamorado padre del bebé, quien sigue prendido de la adolescente madre de su hijo.

Pero algo raro pasa. El amor no corresponde siempre.

Ha sido más o menos frecuente que ronde por la casa, que aproveche que la mujer salga con el niño a la tienda para saludarla a ella y darle un beso a él.

Anoche por ejemplo, me quedó claro que el adolescente tiene problemas con sus técnicas de reconquista. Aún padezco sueño por su idiotéz.

Era la hora del ánima cuando yo con no más de una hora de sueño escuché unos gritos desgarradores en la calle. Era el personaje en cuestión del que desconozco su nombre pero que me he acostumbrado a escuchar su voz. Sin embargo anoche sonaba a alcohol, a varias horas consumiendo cerveza o mezcal o lo que le hubiera alcanzado.

Iba en una camioneta. Y le gritó: "Te voy a poner música pa que estés contenta"

La serenata, que en ese momento yo esperaba cursi y tierna, fue la combinación de un acordeón y una guitarra con una voz aguardientosa que narraba las aventuras de un narco para llevar kilos de coca a unos compinches en Tijuana; el arrabal musical no me es desconocido, pero esa canción no la reconocí.

Aún así creo que declarar amor a gritos fundido con simulaciones de disparos de cuerno de chivo, es la mejor manera de espantarle el sueño a los inocentes vecinos y las ganas de volver a la madre adolescente.

A ella la imaginé tapándole con las manos las orejas a su hijo, rezando porque ese amor narcomusical, no alterara el sueño del niño que según me he enterado por los gritos de otras noches, tiene los ojos del abuelo paterno y fue concebido una noche de amor y luna en una playa con el fondo musical de una balada de la banda El Limón.

jueves, marzo 05, 2009

Ya no les debo, cabrones.

Durante los últimos años de mi vida imaginé el martes pasado.

No sabía yo que ese día soñado sería el martes, pero fue. Imaginaba que ese día tendría derecho a caminar como torero partiendo plaza. Que andaría por la calle con una sonrisa de oreja a oreja y que quien me viera no tendría más remedio que preguntar:

"¿Qué onda Caon, porqué tan contento?"

A lo que yo más orgulloso aún podría contestar:

"Es que ya no les debo a los cabrones".

Hace casi diez años que decidí que estudiaría Ciencias de la Comunicación, un tipo pueblerino e inocente tuvo que darse cuenta que la vida era algo más que la UdeG y que la Normal de Ciudad Guzmán. Supe además que la educación es carísima y encontré en los programas de becas algunas esperanzas que al final se cumplieron.

Supe también desde ese momento que el crédito de la mitad de la carrera en el Iteso, no sería un trompo fácil de echarse a la uña. Cuatro años cuando salí, con pagarés que en ese entonces eran una fortuna y que casi estaba seguro que no podría pagar. Hubo días muy complicados, como imagino todo el mundo, la cantidad de a poco se redujo y el martes fue el día en que no quedó más remedio que decir: "Ya no les debo, cabrones".

Y resulta que la mayor satisfacción fue terminar la fila de media hora que hice en el banco. Resulta que sí me sentí contento, pero tampoco fue una emoción equiparable a la graduación, o a la titulación. No sé, dicen algunos que me estoy haciendo de piedra... yo digo que no.

Cuando vi el recibo y luego en la cuenta final, veo que pa terminar por completo me faltan siete pesos. Tendré el orgullo de pagarlos en efectivo y en caja, como pa recordar y ver qué es distinto a hace ya diez años que visité esos lugares por primera vez.

Quizá me encuentre a otro pueblerino que como yo en aquel entonces, me vea y piense mil cosas, imagine muchos escenarios, esté consciente del esfuerzo y no tenga la certeza de si algún día él irá a recoger su título y a decir gracias, adiós.

Si lo viera le diría que ni se apurara. Que por más que imagine ese día, no tendrá más color que cualquier otro día gris. Lo formativo es el proceso. Lo mágico está en los años. Eso no es ningún secreto, todo mundo lo sabe.

Creo que fue un trato injusto, la carrera me dio un modo de vida y yo apenas el precio de dos coches austeros y nuevos.

Después de todo creo que sí estoy orgulloso y contento, no tanto como pensé que lo estaría o capáz que lo seré completo cuando pague los siete pesos, no sé... sólo sé que merezco una cerveza.

miércoles, febrero 25, 2009

Vulnerable ante el chantaje

La verdad es que me dieron coba y no sé si para mal pero me la creí y aquí estoy de vuelta.

Duré no sé cuántos meses sin escribir en este espacio para perder el tiempo y han pasado muchas cosas trascendentes desde entonces.

Descubrí el feisbuk y resulta que ha servido para ver que no nada más a mí me han salido panza y arrugas (jajajaja, se los tenía que decir, jiji). Han pasado muchos días, pocas cervezas, generosos corajes y muchos kilómetros.

El caso es que retomo este asunto. No sé donde termine pero tengo la certeza de que lo reinicio con la misma intención que lo empecé hace ya muchos meses que se hicieron años: para escribir sin muchas preocupaciones, de gusto y a mi gusto, sin presiones y aunque sí con ilusiones y calzones (espero, eso de escribir encuerado sería medio incómodo).

¿Porqué escribiré aquí de nuevo?

Básicamente porque me dieron coba. Me dijeron que le hacía mal al mundo que no narrara cosas trascendentes como que el Mario se enojó porque Fabián se llevo un poquito de tequila a regarle a una amiga durante la última noche carnavalera. Me dijeron que la humanidad estaba mejor cuando yo les describía los emocionantes movimientos de Bosé en sus conciertos y las lágrimas fluían cuando la cursilería afloraba.

Habrá varias anécdotas que habrá que escribir y que pasaron en este tiempo. Entre ellas,
  • Levantarse a las cinco de la mañana te lleva a la dimensión desconocida.
  • La noche que Molgado y yo vimos la estrellas mientras dormíamos.
  • Le dije pendejo a Juan.
  • Nunca entendí porque a Mario le dejaron de decir el Negro.
  • Gaby hizo sonreir a la de los dogos, merece el Nobel de la Paz.
  • Ya no les debo, malditos.
  • Cihuatlán es la tierra del Rudo y el Cursi.

en fin, supongo que habrá muchas otras.

Hoy solo me reporto y mando señales.

A ver que sale de nuevo.