viernes, septiembre 24, 2010

Las mujeres y los vestidos

Era un viernes en la noche y yo, faltaba más, hacía lo que cualquier varón de mi edad y mi condición hace en un viernes en la noche. Entonces le quité la corcholata a la Bohemia oscura que transpiraba debido a su bajísima temperatura. Le subí a la música pues Joaquín Sabina me recordaba las negras consecuencias de decirte: "Cuidado Chaval, te estás enamorando" y encedí mi Camel rojo, el primero en 15 días.

Y le dije a Fabián, que hacía lo propio: "Si las mujeres supieran lo hermosas que se ven con vestido, lo usarían todos los días".

Mi amigo es inteligente, ya lo he dicho muchas veces, y agregó alguna reflexión que abonó a la idea y que, hablaba de lo difícil en términos prácticos que debe ser verse bien todo el tiempo.

Entonces reflexioné -Sabina ya regresaba al pueblo con Mar, pues el otoño había tardado en llegar lo mismo que el invierno- que ahí es donde radica la magia del vestido. Pues recordé a decenas de mujeres que en otros escenarios lucen poco agraciadas y el día que se quitaron los jeans y los tenis, y se pusieron el vestido o la falda a las rodillas, hicieron que varios volteáramos a verlas y algunos, soltaran un suspiro.

Nunca he sido conservador, pero a veces me pregunto si no estaríamos un poco más felices guardando cosas de antes. Por este Autlán y otro par de ciudades que frecuento, caminan seres humanos a los que hay que dedicarles un rato para descifrar si son féminas o varones. Iniciaron las estéticas Unisex y ahora todo parece igual.

Alguien en algún momento y estoy seguro que por intereses exclusivamente personales, nos convenció a todos de promover políticas y acciones que nos hicieran iguales. Ni yo ni nadie está en contra de que todos seamos dignos y que nadie sea lastimado y le sea negado su derecho al desarrollo. Hablo de la identidad, de los elementos que nos hacen relacionarnos con el mundo y al mundo con nosotros.

Y siento nostalgia por un mundo que viví sólo de pasada. Cuando las mujeres andaban en la calle en vestido que destacaban lo que hace bellas a las mujeres: las curvas. Algunas pronunciadas y otras escuetas, pero todas bellas. Ahora usan unos pantalones horrorosos que hacen entrar cada pierna en un empaque vacío de Platívolos Marinela y unos playeras que incluso las de pronunciadas llantas -capaces de criar moscos del dengue- se avistan.

"Ya no es lo mismo Vale" le digo a Fabián: "Es políticamente incorrecto marcar diferencias, e incluso en los más elementales principios teóricos, se requieren las diferencias para reafirmar las identidades propias. Vamos camino a ser una sociedad sin identidad, sin saber reconocerse".

Porque sobre todo en las relaciones entre el sexo femenino y el masculino, no hay nada más seductor que las diferencias. Y se marcan en sutilezas como la manera de vestirse.

"Pobres también de ellas" reconoce también Fabián: "Nosotros no vestimos Traje todos los días".

Y le doy la razón. Y sigue mi nostalgia, porque si bien, a todos los hombres nos gusta ver las curvas que prometen la calidéz, la ternura y la pasión -Caderas en las que no se pone nunca el sol, diría nuestro musical acompañante-, sospecho que a las mujeres les gusta ver en nosotros vestigios de eso que ya no somos: cazadores, guerreros, es decir, hombres duros capaces de defenderlas; toscos, sobrios, pero vulnerables únicamente a su seducción.

Darwin tendrá que volver, y reescribir su teoría de la Evolución de las Especies. Tendrá que agregar esos horribles pantalones de las mujeres y esas terroríficas cejas depiladas que tantos adolescentes le imitan al Chícharito Hernández.

domingo, agosto 22, 2010

Soneto a Martha, en el quinto aniversario

Análisis profundo de mi vida
obliga a ser sincero y decir
trascendencia, cariño haces sentir.
En mí, por tí, no hay lucha perdida.

Combates con candor a la distancia
matas con paciencia el pesimismo
tu beso heraldo, no espejismo,
de amor que engendra esperanza.

A tu lado estoy completo, vivo.
Mi vida, la tuya, es complicidad.
Sentido noble, fuerte, constructivo.

De dicha completa y seguridad.
Ganemos guerras, giro sorpresivo
construyamos juntos la felicidad.

lunes, mayo 10, 2010

El borracho y la serenata

Anoche me despertaron muchos tarados que aspiran a que sus mamás se sientan orgullosas porque van borrachos en camionetas y coches con equipos de sonido potentes a ponerle play al stereo en el track de Las Mañanitas. Sentí pena por las mamás que además de despertar tuvieron que soportar ver partir a sus hijos, alcoholizados y a madres a despertar a otras señoras. También me dio nostalgia.

Me estoy haciendo medio viejo, pensé al recordar cuando yo daba serenatas el diez de mayo. Y es que con el perdón, no era igual.

Estuve en la rondalla oficial de la Secundaria. Ya saben, era medio nerd. Sabía tocar la guitarra y el Contrabajo -tololoche, pa los compas- algunas canciones en el acordeón, y modestía aparte, sabía cantar, me entonaba, igual que ahora. Tenía muchos amigos igual que yo. Así que esa noche éramos los más solicitados, nos ofrecían transporte y café.

La dinámica era sencilla. A partir de una hora indecente de la madrugada, salíamos a la calle y hacíamos un plan de recorrido, la casa del que vivía más lejos para cantarle las mañanitas a su jefecita y comportarnos como unos decentes mercenarios... ya se la saben.

Pasos sigilosos hasta la puerta -¡cállense cabrones!- el primer acorde en Re mayor, pa agarrar tono, Las Mañanitas. Mis amigos y yo, que ya le sabíamos al negocio teníamos un plan: si la luz se prendía con la primer canción y nos invitaban a pasar, ya en el pasillo con el compadre de la casa, abrazando a su despeinada pero orgullosa progenitora, le cantabamos otra canción, para que en los compaces de "A tí que me diste tu vida, tu amor y espacio, a ti que cargaste en tu vientre, dolor y cansancio..." nos calentaran el café. A veces así ocurría, otras se tardaban y sólo era alguna otra canción.

Luego cuando el café llegaba me hacía el Pedro Infante y yo solito cantaba aquello de "Cariño que Dios me ha dado, para quererlooooo, cariño que a mí me quiere sin interés... ay que dichoso soy..." y todo eso.

Había veces que hasta el marido salía, nos invitaba un tequila y entonces, sólo entonces, Juan Luis, campeón de declamación todos los años de la secundaria, se aventaba una poesía.

Insisto, eran otros tiempos.

Por alguna razón hoy recordé una anecdota. Fue de los últimos años que pudimos andar por las calles en la madrugada, sin más preocupaciones que los perros. Estábamos en la colonia Ejidal, una colonia de gente buena, aunque pobre y con problemas de seguridad, ahora más fuertes que antes.

Se nos pegó un teporocho clásico. Sucio, barbón, oliendo a alcohol y escandaloso, entrado en años pero aún joven, fuerte. Algunos amigos lo conocían y sólo le pedían que no hiciera mucho ruido antes de empezar a cantar. Quizá por eso como en cinco casas que nos acompañó no nos dejaron ni pasar al pasillo y yo ya traía la garganta reseca. Un poco molesto, la verdad. Apenas iba a abrir la boca para quejarme cuando vi al borracho sentarse en una casa, la verdad no muy jodida, con jardin en la entrada y toda de material, pintada bonita.

Algunos amigos se regresaron y entonces caí en cuenta. Le di a la guitarra. Otros me siguieron. El borracho empezó a llorar, fuerte, muy, muy fuerte. También a veces le daba risa y apuntaba bailando hacia la casa. "Su mamá" me dijo Isaías. "Supuse" le dije.

La luz se prendió a la tercera estrofa y el borracho se puso más contento. Terminamos la canción y nadie salió. El borracho se quedó sentado en la banqueta y dijo la única palabra que le entendí en toda la noche: "Gracias".

Nos fuimos y él se quedó ahí.

Quiero pensar que a partir de ahí se reconcilió con su familia. Lo he vuelto a ver, muchas veces y por supuesto que no se acuerda de mí. De esas veces algunas anda borracho, pero ya no tan sucio, ni tan jodido como aquella vez.

Otras anda sucio, de cal, arena y con un brillo en los ojos que sólo reflejan el cansancio del trabajo duro y de una vida digna. También quiero pensar que es el brillo que se obtiene al ser amado por la madre, a la que se le lleva serenata los diez de mayo.

martes, abril 13, 2010

La razón y la victoria

Si algún día llego a tener un hijo, procuraré enseñarle a que aplique en su vida cotidiana el siguiente principio.

Quédate siempre del lado de la razón, aunque en apariencia eso no te de la victoria.

Porque qué patético e inhumano es, que con afán de victoria, con afán de salir bien librado y aplaudido, nos alejamos de la verdad y la razón.

Eso no es de bien nacidos.

miércoles, marzo 24, 2010

Quiero chillar

La última vez que lloré fue en mi cumpleaños hace dos años. Mi papá me regaló una poesía que irresponsablemente leí en mi fiesta. A la segunda estrofa, ya lloraba. Ja.

Hoy mi hermano Luis Alonso, me hizo sonreir y que se pusieron los ojos rojitos. Gracias Bro. Te quiero.

A mi hermano el "Comprometido"
Por: Luis Rangel

No soy bueno en la palabra que viene envuelta con viento,

es mi arma en el cruel mundo la tinta y la suave pluma,

que en esta ocasión me dicen, que orgulloso yo me siento

por tenerte con mi hermano, alguien que no es de la ruma.


Aunque me sobran motivos para escribir los momentos,

creo importante en este rato dejar marcado el instante,

que las letras se convierte en los sanos sentimientos,

al decirte con cariño “suerte, carnal, adelante”.


Hace ya algunos ayeres que la noticia llegó,

“que Carlos tiene una novia, que presume tapatía”

dijiste a tu llegada “estudia al igual que yo”

y tras ojos de educando, tu cara se sonreía.


Cuenta historias de oficios que nadie puede leer,

que en una fiesta, de banda era música el ambiente,

que bailando te encontraste de esa dama su querer,

y el resto ya no se dice, pues lo conoce la gente.


Recuerdo que nos dijiste “su nombre de pila es Martha,

es reportera en campaña, y practica Tae Kwon Do”

cuando de camión bajaba, su cara bastante harta,

sin embargo, en tierra extraña con carisma saludó.


Entre camiones foráneos, y largas horas sentado,

se graduaron con honores en una tesis conjunta,

no sería el primer momento que sus nombres lado a lado

se vieran condecorados, y de carrera hacer punta .


Muchas fueron ya las tardes de toros en Carnaval,

bastantes los viajes lejos, que ustedes debían de hacer,

para que entre aquellos retos, su relación fuera aval,

de que algo mas que simple novios, pudieran llegar a ser.


Tras varios años diciendo “ella es mi novia querida”

Evadiendo los altares con cauteloso recelo,

un día nos vas “sorprendiendo” que ya era tu prometida,

que le pediste tangible, que de novia usara el velo.


Hace ya algunas semanas, que muy serio me decías,

“Hay plan de Boda con Martha, sé que no los sorprendemos”

y aunque quizás de antemano mi mueca te esperarías,

sólo puedo decir lo obvio “que sabes que te queremos”.


Para decir lo que siento, la tinta se vuelve escasa,

por que sabes mi deseo, que seas feliz siempre ha sido,

y que sigas construyendo tu vida con bella traza,

que sabes que yo te quiero, mi carnal “comprometido”.


lunes, marzo 22, 2010

Ya compramos el refri

Ya compramos el refri. Teníamos dos opciones.

a) Uno bien chingón, cuya principal monería es un despachador de agua fría, dos litros. Imaginé cuando cansado de jugar futbol o de trabajar, apagaría la sed del calor autlense con esa agua.

b) Otro bien chingón. Cuya principal monería es que justo frente a la salida del aire helado tiene un depósito elegante para seis latas. E imaginé matar ese mismo calor y sed con unas Pacífico de lata o una Coca.

Por su puesto que compramos el de la opción B.

miércoles, marzo 17, 2010

Efrén ha cambiado su situación sentimental en Facebook II

He llegado a la conclusión que tengo amigos muy chismosos y que siguen preguntando qué pasó con el resto de la historia. Así que ahí va.

La siguiente parte de la historia se debería de contar en montaje paralelo, pero no poseó toda la información, así que narraré el partido desde mi tribuna.

Esa semana que estuvimos comprometido en semisecreto fue muy dura. Porque tuve que amarrarme en el gaznate un nudo marinero para que no se me saliera contarle a nadie. Sólo le platiqué a Fabián, quien no tuvo ninguna reacción exagerada. Muy propio de él. También le dije al Viny. No me quedó de otra porque yo sabía que con su señora madre, que nos ha vendido históricamente los anillos de compromiso a la banda. Encontraría buenas opciones.

Tengo que hacer un flash back. Días antes cuando Osa nos anunció su compromiso con Pancho, yo me había mofado de que según Cristi, la novia de Molgado, cuando uno veía un anillo de compromiso tenía la certeza que era el indicado. Tipo Harry Potter cuando escogió su varita. Y no le creí y me mofé.

¡Que el Atlas sea campeón si miento! Encontré mi varita de Harry Potter y no fue precisamente convencional. Me gustó un anillo de oro blanco y con tres brillantes - me dicen que se llaman churumbelas y que la tercera piedra significa fidelidad, las otras dos no me acuerdo- no sabría yo específicar las razones de esas piedras al ras del anillo. Y confié -confió- en la mamá de Viny cuando me explicaba las características y argumentos de venta. Ese fue.

La noche del lunes 8 de marzo, para amanecer martes no dormí nada. Me quedé a trabajar hasta tarde y a platicar por MSN con Martha, le dije que ya era momento de hacer pública la decisión y ella estuvo no sólo de acuerdo, sino que también estaba en su pliego petitorio preamenaza de huelga. Así que no hubo necesidad de conflicto.

Acordamos citar a nuestros amigos cercanísimos a cenar el viernes con el pretexto de mi cumpleaños. Ahí avisaríamos. Yo doy por sentado aún, que para un par el anuncio no sería sorpresa así que tomé una decisión. Si lo que hacía falta era socializar el asunto. Lo mejor era poner como testigos a nuestros cuates y hacerlo de una forma que fuera significativa, simbólica.

Ese lunes no dormí porque pensé cómo hacerle. En mi discurso anticursileria y anti anillos de compromiso. En mi postura que prioriza la importancia del fondo sobre la forma. En mi certeza sobre el machismo implícito que contiene el orígen histórico del anillo de compromiso. Ese que sustituyó con oro y diamantes una soga con la que se amarraba a las mujeres cual vacas, para cambiarlas de tribu.

Hace tiempo, mucho, cuando era niño, vi en una película que no recuerdo cuál era, una forma de entregarlo. Desde entonces me gustó y cada vez que algún amigo sufría por cómo entregarlo, yo le proponía ese método. Ningún cabrón me hizo caso - a Dios gracias - y seguro de su efectividad decidí acompañarlo de mis conjeturas en esa noche de insomnio, adaptarlo a nuestra realidad, entonces conseguí un cordón.

La cita fue en el restaurante de comida Italiana La Funicula, por López Cotilla, salvo Iván Pérez (te dije que fuéras, cabrón) todos los demás fueron. Cuando ya estaban todos fui al baño. Saqué el anillo de la caja y lo puse en la bolsa del saco. En otra bolsa puse la caja con el cordoncillo dentro.

Les dije a mis amigos que como no me habían regalado nada por mi cumpleaños, me regalaran dos minutos de su atención. Fui abucheado. Pero luego comencé con el discurso preparado -previamente le había pedido a Martha me dejara hablar a mí, se indignó pero aceptó- y les dije algo así como:

"Hace dos semanas Martha y yo tomamos una decisión que nos hace muy felices, pero que no estaba completa porque no lo habíamos compartido con ustedes".

Entonces saqué la caja, sin abrirla. Y las manos me empezaron a temblar. Les recordé de mi postura Grinch con esa práctica y justifiqué...

1.- Siempre dije que esto era darle prioridad a la forma sobre el fondo, pero Martha ha sido muy valiente las últimas dos semanas y me ha demostrado que es capáz de pensar con claridad y planear fríamente, ver presupuestos y decidir lo mejor. Así que como yo sé que esto es también es significativo para ella y en respuesta a su capacidad de pensar, quiero que sepas que yo también soy capáz de sentir...

2.- La segunda razón era que (abrí la caja) por el cordón. las mujeres no son vacas para que se conviertan en nuestra propiedad. Pero entendí que si el significado de la práctica fuera el mismo, hubiera desaparecido cuando dejó de tener practicidad. Entonces le amarré en el dedo anular de la mano izquierda el cordón y le dije: "El compromiso de matrimonio es frágil como este cordón, si le jalamos muy fuerte se va a romper y no habrá nudo que lo vuelva a dejar igual. Que nos recuerde que estará débil a menos que nosotros lo cuidemos. Pero también nos va a permitir tener la certeza de que podemos caminar juntos y cerca, que sea una guía para cuando nos extraviemos, que sirva para darle un jalón si alguien se queda atrás. Si es así, entonces dejará de ser débil y será resistente, como este anillo".

Entonces le pregunté que si se quería casar conmigo. Movió la cabeza afirmativamente. Y de mis manos temblorosas se deslizó por el cordón el anillo hasta su dedo. Ya ahí se lo puse.

El momento está documentado por las fotos del Chilango...




Y eso sí fue una sorpresa. Ni Martha, ni nadie en esa mesa sabía que haría lo que hice y así fue como se entregó el anillo.

Igual podría contar otras cosas, pero tengo hambre... voy a comer.

lunes, marzo 15, 2010

Efrén ha cambiado su situación sentimental en Facebook

Veo que tenía como un mes sin actualizar esta cosa. Y bueno, no voy a justificarme, hoy sí tengo algo importante qué contar. Si falto a la certeza del detalle rogaré a la interesada (ja) que me corrija, que no crean que aún recupero la capacidad de pensar con lucidéz.

Bueno, el pasado sábado cambié mi estado de En una Relación con Martha Verónica Sandoval a estar Comprometido con Martha... hablo en lenguaje Feisbuquero. Si a alguien le falta antecedentes de la historia Efrenmarthezca le ruego tenga a bien leer todo este blog y ahí encontrará detalles, sólo hablaré del tema en cuestión y de las últimas semanas.

El sábado 27 de febrero Martha se fue en la mañana a planear junto con Osa una clase que darían en el ITESO. Yo me fui con Molgado a preparar unas entrevistas para El Puente. Cuando coincidimos poco antes de la comida, me dijo que le dolía la cabeza y que estaba muy cansada porque le había tocado un tráfico horrible; a lo que le dije: "vámonos a Autlán, allá no hay tanto tráfico".

Fue la primera insinuación.

Luego hablábamos de montones de bodas que se cocinan por todos lados y cómo algunos compadres andan perdidos por la calle de la amargura. "Es que si el problema es el anillo dime, y te lo doy mañana".

Fue la segunda y la última insinuación de esa semana.

Quien me conoce sabe que nunca antes había hablado en serio del tema. Así que extrañada Martha me mandó un mensaje de texto el domingo en la noche, cuando yo ya estaba en Autlán: "estoy confundida, porqué dijiste eso? El fin de semana podemos hablar?" me decía más o menos. Le dije que sí podíamos hablar, y que estuviera tranquila.

Ella vino al siguiente fin a Autlán porque era cumpleaños de mi papá. Y mi convocatoria a que estuviera tranquila no rindió el más mínimo efecto. Estaba nerviosa e irritable. Me quería colgar por cualquier pretexto, hasta que le dije que estaba en lo correcto, que yo no estaba jugando ni que mentía ni que me había ido de boca. Que en serio quería que nos plantearamos la pertinencia de casarnos.

Se puso más nerviosa y hablaba incoherencias. Pero le dije lo siguiente: "Mira, si tuviéramos que inventar la vacuna contra el Sida, entonces sí nos preocupamos. Pero tenemos que fundar una familia y estadísticamente es más sencillo. Lo han hecho millones de personas toda la vida, hasta más pendejos que nosotros" y ya, más tranquilos nos fuimos a dormir.

Al otro día fuimos a caminar y platicamos. Le expuse algunas razones mías para querer casarme.

1.- Because "wife" is shortest than "girlfriend".
2.- Porque hace mucho frío en el pasillo de la casa de mi abuela.
3.- Porque quiero recuperar mi libro de Santoro y que nunca me haz regresado.
4.- Porque nunca he sido más feliz que mis últimos cinco años.
5.- Porque hemos aprendido a convivir en días bonitos y días para llorar.
6.- Porque nosotros nos podemos hacer lo pendejo que queramos, pero habrá un reloj que no nos la va a perdonar.
7.- Porque nuestros proyectos de vida personal, familiar y profesional son compatibles.
8.- Porque, cursimente, te amo más vez que sale el pinche sol.

También pensamos en qué hacer. Y decidimos a grandes rasgos.

Venirnos a vivir a Autlán. Por que una ciudad media es en términos familiares, mejor que una urbe del tamaño de Guadalajara.

Hacer una boda con todos sus rituales y necesidades. Civil, iglesia y una reunioncita familiar. Ofrecer una itesiana taquiza y priorizar los gastos: primero lo indispensable de la casa (mi tele y lo demás) y luego la fiesta. No deudas para eso. Hasta a dónde ajuste el esfuerzo y ya.

Esta es la primera imagen documentada que tenemos como "novios comprometidos"



Quedamos en tener certezas y decisiones ya tomadas y luego avisar a todo mundo.

Aguantamos así una semana. Les dijimos a nuestros respectivos papás. Vimos y decidimos por una recámara, un comedor y una sala. También una estufa y un refri.

Y tuvimos una semana muy feliz, pero incompleta, estábamos contentos pero no del todo, porque no lo habíamos compartido y todo ese rollo, lo contaré en otro episodio, que ahorita voy a jugar futbol....

lunes, febrero 01, 2010

No soy cliente VIP

Este post estuvo inspirado por otro que escribió el Guffo. Y por todo el cagadero que se traen con el Cabañas.

Yo la verdad, nunca he sido cliente VIP de ningún lugar. Ni cuando era reportero, ni ahora que coordino el noticiero (ahí están las estadísticas) más escuchado de la zona costa Sur de Jalisco, ni cuando conduzco programas, ni cuando tengo más de seis años escribiendo en periódicos. Ni cuando deGrana está en putiza y es el sitio (ahí están las estadísticas) más visitado de Autlán.

Nunca fui cliente VIP ni cuando estuve casi un año en televisión. Ni porque escribo este blog que leen 1 000 000 persona s

Eso a pesar de que otros conocidos y colegas, según ellos "menos famosos que yo", sí se pasean por los bares y restaurantes como semicelebridades y "van a pistear a El Grullo, porque aquí todo mundo los conoce".

Me parece tan fantoche aquí y en cualquier lugar los antros con cadenero, las chelas carísimas.

Ahora hay un argumento más grande para seguir igual. No me van a dar un balazo en la cabeza en un Bar famoso por pelearme con otro igual de pedo que yo. Por lo menos, no en un bar VIP.

martes, enero 26, 2010

El Tomy y los tamales

El fin de semana se casa Tomás, un amigo y compañero de la universidad de amigos cercanos con quien he podido platicar algunas veces gracias a eso. En fin. Lo de la boda viene a cuento, no sé, el caso es que explicaba ese episodio y recordé la anécdota de Tomás que más divierte. Y pensándolo bien es más bien un chiste local.

Mis compas fueron durante la universidad un auténtico carnaval lleno de fiestas y desmanes. Yo más o menos también, pero de a poco me hice más ñoño y aburrido y creo que ellos podrían dar fe. Uno de esos días en que yo ya trabajaba en Autlán de regreso de la universidad, me encontré al Chilango un viernes en la noche y pensé que era legítimo unirme a la fiesta.

- Vente a la imprenta del Tomás, ahí llevan el cotorreo.

Le caímos y mientras prendimos la tele con Sky.

Pensé que como en otras ocasiones al poco llegarían Jorge, Mario, Fabián, con un cartón de cervezas y carne para asar.

En su lugar llegó sólo Mario con una bolsa a la que no le pusimos mucha atención.

Seguimos viendo la tele. Todos enlevados. Hasta que hubo dos interrupciones.

La primera fue del Chilango quien dijo que tenía hambre. Empezó a repartir el contenido de la bolsa que llevó Mario. Tamales y Atole.

Seguimos con la tele.

La segunda interrupción fue la mía, cuando luego de terminar mi tamal y mi atole (hasta entonces) me levanté indignado.

"¡Qué clase de parranderos son ustedes que en viernes en la noche ven telenovelas con tamales y atolito, en lugar de fútbol y cerveza!"

Y como que se agüitaron y fuimos por una botella.

domingo, enero 24, 2010

El hilito rojo

El otro día vi una imagen que me hizo entrar en profundas reflexiones. Así que le tomé una foto y se las mandé por mail a algunos de mis mejores amigos, que tenía una sola línea:

"Se gana una chela el que me explique las funciones del hilito rojo".


Sólo tres quisieron concursar por la chela. Y estas fueron sus respuestas:

Respuesta 1:
Es el abre fácil!! jaja salud2


Respuesta 2:

Mmm creo que es el hilito que trae la caja donde van las pilas, ahí le jalas y sacas con facilidad las baterías...


Respuesta 3:

A falta de una mejor explicación, he de suponer que el hilito era
parte de su ropa interior, asumiendo que fuera de esas prendas que
requieren ser atadas con un nudo para quedar justas y que simplemente
quedó exhibido por descuido de la portadora.

¿Cuando la chela?

Mm, no sé ustedes pero creo que la mejor respuesta es la Uno. Si los sujetos en cuestión quieren hacerse responsables de su acto. Pos que se digan esta boca es mía. Y por la chela no se apuren. Un día de estos a todos los tocará.

viernes, enero 22, 2010

La muela del juicio

Espero no retractarme al rato, pero mis primeras impresiones con respecto a la mítica sacada de las muelas del juicio me parece un tanto exageradas. No me hago el valiente nada más porque sí. La operación duele, como cualquier otra extracción. La encia queda un poco más lastimada que en otro procedimiento, pero tampoco es para morir.

Comí y no quedé con hambre. Chayote cocido y caldito de pollo. Suavecito, pero aquello de comer con popote durante una semana ¡baaah! sospecho que mi doctor es una reata.

En fin, lo que sí es que tengo el cachete inflamado. La verdad es que podría ponerles una foto mía en este momento para mostrarles mi cachete. No le encuentro sentido porque me encontré otro cachete que es igualito al mío ahorita. El de Kiko. Nada más quítenle la cara de imbecil y ese soy yo.

En fin, espero no tener que retractarme. Voy a descansar el fin de semana. Así que espero que EU no invada Chiquihuitán, o que Emilio venga a emborracharse al Nápoles, pa descansar agusto. Lo demás, bien puede esperar.

Por cierto que me contaron un chiste muy malo:

Imitación chafa de Teo González: "Güey, que te vas a volver loco y ya no podrás ser abogado".
Yo: ¿Por?
Imitación...: Pos porque perdiste el juicio. La muela del juicio...

Ah ya vámonos.

jueves, enero 21, 2010

Conversación interesante y verdadera

Yo, al mesero: "Traéme por favor una XX Oscura".
Mesero: "Sí".
Mi compa Chilango: "A mí dame cinco laguer por favor".
Mesero: "Mmm, le traigo de una por una, si gusta".
Chilango: "Es que yo quiero cinco cervezas".
Mesero: "Se le van a calentar, mire, le traigo una y cuando se la termine le traigo la otra".
Chilango: "Es que yo quiero cinco cervezas".
Mesero: "¿Cinco cervezas para que sean diez? Porque tengo 2 por uno. ¿O cinco cervezas?"
Chilango: "Tú traéme por favor cinco cervezas".
Yo: -_-
Mesero: le voy a traer una, nada más.
Chilango. "Ah pues traéme las que te den tu chingada gana".

Y el mesero se fue indignado.

Así empezó una mítica fiesta. Que hace unos días inicié a contar aquí. Espero terminar de hacerlo eventualmente.

martes, enero 19, 2010

Foto cursi, una más



Cursi y ñoña, pero bien lindísima, snif.

sábado, enero 16, 2010

Consejo

Deje de sufrir. Ya no más cachetadas de su mujer si usted le dice a ella Gorda.

La siguiente vez, tómela con cariño de la cintura, trate de levantarla y dígale amorosamente:

"Perdón mi amor, cada día que pasa soy menos fuerte".

jueves, enero 14, 2010

La coma y la carreta

He querido escribir este post durante todo el día y no han habido comas suficientes para darle un respiro a mi alma, murió, sí murió.

Hoy, fue un día triste para muchos egresados de Ciencias de la comunicación del ITESO. Falleció Raúl Mora SJ, maestro de los que marcan época, que significan mucho para todos y que son un auténtica guía. Para mí, además de todo eso fue mucho más. Mi maestro en el salón seis meses y mi asesor de tesis durante dos años.

Su clase, Análisis del Discurso, era mitológica para los de la carrera, quienes ya la habían tomado advertían que habían clases de baile: danzón, salsa y tango. Que se organizaban muchas comidas y que todas eran académicamente significativas. Era lo especial de esa materia.

Para argumentar, los enterados platicaban que tan visionario en esa área de análisis semiótico (de símbolos, sentido y significado) era Raúl, que su tesis de Doctorado estaba basada en una coma. El análisis de la obra completa de Alfonso Reyes en el que gracias a una coma, descubrió y entendió que un poema, estaba dedicado a su padre. Todo debidamente documentado y fundamentado.

Por Dios que el padre Raúl también era una mina de diamantes. Fue reportero de Proceso en Nicaragua al triunfo del Sandinismo. Escribió en la misma mítica revista la noticia que dió cuenta de la muerte y obra de Jean Paul Sartre. Y entre muchos otros, fue el inventor de un ITESO con esa visión social, humana y cristiana del mundo, que a tantos nos tiene marcados.

Quizá cuando más recuerdo a Raúl es con una lectura alterna de la obra Los Justos de Albert Camus. Ahí hay una parábola que analizada con los métodos moristas le da sentido a mi vida, o por lo menos pretendo que se lo dé. Camus no terminó esa historia, de hecho no sé si aparezca en un auténtico libro religioso. Pero va a las de acá.

"Un sabio y religioso monje recibió la invitación para entrevistarse con Dios. Lo citó un día en la cima de una montaña alta y hermosa. La emoción del personaje fue mayúscula, apenas podía imginar lo que significaría un encuentro con Dios, lo que le podría preguntar, lo que podría saber, el mensaje del que sería poseedor.

Cuando caminaba hacia la cita, se encontró a un hombre cuya carreta se había atascado en el lodo. Vestido con sus mejores ropas (dignas de una entrevista con Dios) dudó en ayudar al hombre en desatascarse y luego seguir su camino. El proceso fue largo y terminó todo sucio. Llegó ya al oscurecer a la cima alta de la montaña. Dios ya no estaba".

Una primera lectura es que a Dios le molesta la gente impuntual. Pero la lectura importante es la que aprendimos todos los que convivimos algún momento con Raúl. La cita con Dios, la cita con la trascendencia, con la vida, no es una cima alta y hermosa llena de flores y halagos. La cita, siempre es en la carreta. Ayudando a quien lo necesita. Ensuciando las mejores ropas. Dios no es la fama, ni el dinero. Es el servicio.

En cada acción espero ser un digno alumno. En cada página escrita de aquella tesis sabía que estaba lejos de ser tan buena como tantas que asesoró o que hizo, pero la hicimos con esa intención.

Mi corazón, el de cientos de personas, necesita una coma, para dar un descanso, para tomar un respiro y para ir al encuentro de Dios en la carreta, siempre en la carreta.

martes, enero 12, 2010

Las Tortas de la Unión

Hoy iniciaré una nueva sección en este blog. Se que nunca voy a terminar, pero por algo empezaré.
En esta sección haré una reseña para comilones como su servidor. Eso de andar por varios lugares del estado deja como resultado que uno conozca comidas o gusgueritas, a veces famosas y publicitadas, otras no.

Así que cuando sea millonario pondré un restaurante que venda todas esas comidas de Jalisco, tendrá que haber reseña de ahorita se me ocurren:

Los Tacos de Teco.
Las Carnitas de Arandas.
El borrego de Tapalpa.
Las cazuelas de Barra de Navidad.
Las tostadas de Ciudad Guzmán.
Los camarones al Tamarindo en Autlán.
Las tortas del camino a Santa Ana Tepetitlán.
Las nieves en barquillo y con cuchara de Tonalá.
Los centros botaneros de Casimiro Castillo.
El ceviche en rajas de Tenacatita.

Bueno, más las que se acumulen.

Pero hoy hablaré de Las Tortas de la Unión.

Unión de Tula está sobre la carretera federal ochenta, Guadalajara a Barra de Navidad. Es una población pequeña y pintoresca. Hace más frío que en el resto de la región. Ahí tienen una Normal para educadoras, por lo que sus calles están desde endenantes con muchas féminas guapas. También tienen moneros. Por lo menos uno. Es rebueno, vísitenlo.

Sobre la carretera, casi a la mitad del pueblo hay una gasolinera. De hecho la única que tiene el pueblo. Está también a un lado de la central camionera. A un lado de la gasolinera, en el mismo edificio donde están los baños está una tienda. Ahí venden uno de los lonches más sabrosos del mundo.

Son lonches o tortas de panela y lomo. Mis favoritas son las de lomo. Cuestan veinte pesos y una es suficiente para matar el hambre, aunque con ánimo de abusar, es posible comerte dos. El lomo está como en corte bisteck, nada de desebrado, le ponen lo mismo que todo mundo: jitomate, cebolla, lechuga y chile jalapeño.

Antes eran más buenos por que los calentaban en un hornito eléctrico, entonces quedaban tostaditos. La última vez que fui ya lo calentaron en un horrible microondas. Pero siguen buenos.

Los venden desde la mañana y hasta la noche. A mí me gustan a la hora de la comida.

jueves, enero 07, 2010

Dos errores garrafales

La humanidad ha cometido muchos errores garrafales. Pero hay dos que me son en particular muy molestos.

1.- La desaparición del Vocho.
Algún maldito capitalista neoliberal consideró que el Vocho era un peligro para los grandes intereses y que por comprar pintorescos, funcionales y económicos Vochos, todo mundo iría a consumir las horripilantes Hummers, pero tómala, que no. Es una lástima que este vehículo haya sido sacado del mercado. Voto por el presidente que prometa regresarlo a la circulación!!



2.- Dejar de usar sombrero.
El sombrero es una prenda de vestir tan necesaria y amable, que cuando el clima es frío, con sombrero se siente menos, lo he podido constatar y cuando hace calor, cubre del sol y evita cánceres en la piel y todo eso. Además no se trata de que todos usemos sombrero de charro o de ala ancha, hay sombreros de ciudad, elegantes, discretos, pero ya no está de moda. Es una pena.

Que errores tan más grandes.

martes, enero 05, 2010

El ocho de enero

El ocho de enero es para el común de los mortales una fecha instrascendente. O para ser más exactos es el octavo día del año. Llevan una semana de dieta y abstinencia alcohólica y tabaquera y ya están con las pilas puestas para que el año sea padrísimo (¡yupi, yupi!).

Para mí y para algunos pocos cientos de personas no. Ese día es el "mero día" de la Feria de Jalpa, Jalisco. De donde son mis papás y abuelos y a donde me gusta ir a descansar y a ver a mi familia.

Objetivamente la feria de Jalpa no es chida. Es decir, el jaripeo es caro y normalmente malito. Los grupos que amenizan los bailes los sacan del Callejón del Vicio de Autlán y cobran igual que como acá cobra Julión o la Recodo. Pero bueno. Tiene su lado romántico.

Jalpa es un pueblo que como miles de México se ha quedado solo. Que vive de las esperanzas y dineros que llegan del norte. Ir en cualquier época del año es ir a un pueblo lleno de pasividad, de calles solitarias, de personas amables, de una tienda que vende papas y refrescos y todo lo que se necesita para irla pasando. Ni pensar en un minisuper. Ni hablar de una cafetería o un bar. Menos de una fábrica.

Durante la feria eso cambia. Hombres y mujeres parecen salidos de cualquier cuento de Juan Rulfo y acuden al jardín, al templo o a la plaza de toros. Llegan muchachas y muchachos que repiten el ancestral ritual del enamoramiento. Amigos de antaño se reencuentran y los brindis son de antología. El pequeño jardin es insuficiente. En la calle venden Cantaritos con tequila. Hay juegos mecánicos.

La cosa empieza a las cinco de la mañana. Los cohetes despiertan a todos y es hora de ir al "Alba". Una ceremonia religiosa. Hace un frío escandaloso que se combate con una canela caliente y pan. Al medio día es el Recibimiento, comida gratis para todo el que vaya. Luego vienen los toros, un jaripeo donde también hace mucho frío y el baile, en el jardín, donde le cobran sólo a los hombres y les ponen un moñito a quienes ya pagaron. Luego más noche y con más frío hay que ver el castillo. La fiesta se acaba, con los últimos gramos de pólvora multicolor que se quema.

De niño me gustaba porque veía a mis papás y a mis tíos contentos. Como olvidándose de la pobreza y de la imperiosa necesidad de huír al norte. Veía como cantar canciones como "Pero que chula es la fiesta del Bajío, ay que lindos sus hembras y su son, rinconcito que guarda el amor mío, mi vida, tuyo es mi corazón", hacía que la nostalgia de estar lejos quedara reducida a nada.

Cada vez que escucho canciones como el mismo Herradero, o como Domingo Corrales, o como Recuerdos Tristes, se me pone la piel de gallina y debe ser por recordar el frío de la Sierra de Tapalpa y el calor de bailar y bailar, de comer sopitos con mi tía Güera frente al jardín, de beberse uno o dos cantaritos, de saludar a la raza. No sé.

A veces puedo ir, a veces no. Cuando no voy no logro abstenerme del ritmo del mundo y me acuerdo de Jalpa, no entiendo cómo los demás pueden ser ignorantes del milagro de la convivencia humana. De la nostalgia por no poder vivir en esa tierra propia. Donde la felicidad se escurre con el reloj, porque por mucha alegría llegará el último castillo y la corona se perderá en la noche oscura y cuando eso ocurra, la fiesta se habrá acabado.

Ya casi es ocho de enero (es cumpleaños de mi tía Lupe, por cierto y era refiestera y la pobre desde que se casó no va) y no sé si podré ir.

Lo que sí sé es que ese día, esté dónde esté, voy a despertar a las cinco y media y afinaré el oído pa escuchar los cohetes. Al medio día comeré cualquier cosa que sabrá a sopitos de picadillo. En la tarde esucharé banda y estaré atento a que griten "¡Puerta!", y en la noche, será momento del baile, del tequila y a la media noche, veré el cielo a ver si descubro los últimos destellos de la corona del castillo.

Pal resto del mundo es el octavo día del año. Para los que tenemos algún vínculo con Jalpa, es el día más nostálgico o fiestero del año. Todo depende.

lunes, enero 04, 2010

Cosas de la edad

Me gusta la fiesta. Pero me encabrona desvelarme.