Si algún día llego a tener un hijo, procuraré enseñarle a que aplique en su vida cotidiana el siguiente principio.
Quédate siempre del lado de la razón, aunque en apariencia eso no te de la victoria.
Porque qué patético e inhumano es, que con afán de victoria, con afán de salir bien librado y aplaudido, nos alejamos de la verdad y la razón.
Eso no es de bien nacidos.
martes, abril 13, 2010
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